El joven se dijo 'buena onda' le dio la oportunidad a su posible víctima de ofrecer una cantidad mayor para perdonarle la vida
Israel Piña
Guadalajara, México (15 julio 2007).- Además del cabello, una peluquera supuestamente le quería cortar el cuello a un hombre por antiguas deudas.
Eran las 20:15 horas cuando Enrique Muñoz Mejía, de 40 años, se paró en la esquina de la Calle Milán y Avenida Gobernador Curiel, en la Colonia Morelos, Municipio de Guadalajara.
Casi enseguida se acercó a él Guillermo Limón Álvarez, de 25 años.
De inmediato vino la sorpresa: el joven mostró fotografías y documentos con información personal de Muñoz Mejía, como la dirección y datos de su vehículo.
Limón Álvarez le confesó Muñoz Mejía que tenía la consigna de asesinarlo. Para ello le habían pagado 20 mil pesos.
Pero como el joven se dijo "buena onda", le dio la oportunidad a su posible víctima de ofrecer una cantidad mayor para perdonarle la vida.
Por suerte, una patrulla pasó en plena negociación, informó la Dirección de Seguridad Pública de Guadalajara.
Muñoz Mejía no dudó en llamar a los policías para denunciar la extorsión.
Limón Álvarez se "echó para atrás" y ante los uniformados sostuvo que él únicamente le había ido a avisar a Muñoz Mejía que otra persona lo mataría.
Incluso proporcionó a las autoridades la identidad de la autora intelectual del plan criminal: se trataba de la peluquera de la familia de Muñoz Mejía.
El extorsionado, por su parte, mencionó que tenía problemas con la estilista porque ella nunca había saldado con su esposa una deuda por un teléfono vendido.
Será un agente del Ministerio Público quien desenrede la historia de la presunta peluquera malvada.
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